De nuevo la potente pintura de Ismael Ali de Unzaga vuelve al panorama expositivo burgalés con una muestra fruto de dos años de fecundo trabajo y de una profunda reflexión estética. La obra de este consolidado pintor ha sabido, a lo largo de casi un cuarto de siglo de esfuerzo creador, interpretar y definir personalmente algunas de las grandes corrientes artísticas del siglo XX como el Expresionismo o la estética de los “nuevos realismos”, hasta generar un arte personal y plenamente original. Aunque una parte de la estética y de los protagonistas icónicos de los años 50, 60 y 70 de la pasada centuria se encuentran en el sustrato de la obra de este artista, emergiendo de manera claramente reconocible en muchas de sus producciones -como homenaje al ayer o en un intento de actualizar mitos formales del pasado en el presente- la personalidad de sus trabajos es evidente. Y es que el “Realismo” de Ismael Ali de Unzaga, claramente alejado de cualquier tentación hiperrealista, ha sido y es una excusa para dejar traslucir al exterior y compartir con el espectador una poética visual en la que la gramática estructural de la forma reconocible, sobre la que también se experimenta, queda envuelta con el manto de un potente, imaginativo y luminoso cromatismo que pronto atrapa a un público que queda seducido, de manera irremediable, por sus bellas inversiones cromáticas.(...)
Rene jesús Payo. vicepresidente críticos de arte de CyL
La ciudad es una de las grandes protagonistas en la obra de este artista. El mundo urbano ha sido, a lo largo de su trayectoria, el objeto esencial de su preocupación pictórica. Son sus trabajos reflejos de poblaciones antiguas o modernas, captadas siempre en sus caracteres esenciales y vistas a través de una potente lente cromática, deudora del arte Pop, pero siempre individualizadora. Sus urbes quedan dotadas de vida singular a través de una explosión de color. Edificios, mobiliario urbano, tráfico, neones y luces publicitarias de las noches de las grandes localidades norteamericanas y europeas han sido una continua fuente de inspiración en su ya dilatada actividad como pintor. Aunque el ser humano ha aparecido, de manera habitual en sus lienzos urbanos, no ha solido hacerlo en clave de protagonista sino como un elemento más en el paisaje al que contribuía a configurar formalmente.(...)
La ciudad vuelve a aparecer en toda su grandeza en esta muestra uniendo pasado y presenta, Oriente y Occidente, lo general y lo particular, mostrando en ocasiones el protagonismo absoluto del escenario urbano, pero cediéndolo en otros casos a los seres humanos que superan, en muchos de estos lienzos, la condición de figurantes para pasar a ser los actores esenciales de las obras. Calles, plazas, mercados, monumentos, vehículos, estaciones, etc. se convierten en los fondos de hombres y mujeres que aparecen ocupados en sus quehaceres y en sus diálogos, en sus idas y venidas, en las que se intuyen preocupaciones y anhelos y que, a veces, llegan de manera sutil a interactuar con el espectador. Ismael Ali de Unzaga ha pretendido en esta exposición dotar a muchos de sus lienzos de un carácter antropológico superando lo anecdótico. Las acciones, costumbres y comportamientos del ser humano en su hábitat urbano son objeto del escrutinio de un público que, casi sin quererlo, se mete en la piel de los representados y en su entorno real transmutado.
One more day in life es un claro intento de mostrar la capacidad que tiene cada día de la vida para sorprender al artista, en su continuo viaje temporal y espacial, y es también una invitación para que el público sea capaz de intentar descubrir los valores pictóricos que tienen paisajes y escenas, ya se sean cercanas o lejanas, y convertirse en composiciones cargadas de personal y poética belleza.
René Jesús Payo Hernanz
Vicepresidente de la Asociación de Críticos de Arte de Castilla y León